Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, directores y profesores de teatro, especialistas en artes y ciencias del actor, al término de una de sus clases de actuación, dictaron una breve conferencia.
A continuación, contenidos de la misma desde mi punto de vista.
Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, afirman: es nuestro tiempo es clave para que el actor pueda realizar creaciones en sus actuaciones, trascendentes, el conocimiento de técnicas internas y de su lenguaje expresivo.
El actor, en sus actuaciones debe conocer todas las maneras y medios con que cuenta para actuar sobre la sensibilidad del espectador, por supuesto aclara,
Federico Herrero, lo anterior es consecuencia de la profunda verdad en el actor.
Este lenguaje no puede definirse sino como posible expresión dinámica y en el espacio, en unión con las posibilidades expresivas del lenguaje hablado.
Se trata, pues, para el teatro, de crear una metafísica de la palabra, del gesto, de la expresión
Federico Herrero, y un concepto clave: el arte dramático puede utilizar aún de este lenguaje sus posibilidades de expansión (más allá de las palabras), de desarrollo en el espacio, de acción disociadora y vibratoria sobre la sensibilidad. Aquí interviene en las entonaciones, la pronunciación particular de una palabra. Aquí interviene (además del lenguaje auditivo de los sonidos) el lenguaje visual de los objetos, los movimientos, los gestos, las actitudes, pero sólo si prolongamos el sentido, las fisonomías, las combinaciones de palabras hasta transformarlas en signos, y hacemos de esos signos una especie de alfabeto. Una vez que hayamos cobrado conciencia de ese lenguaje en el espacio, lenguaje de sonidos, gritos, luces, onomatopeyas, el teatro debe organizarlo en verdaderos jeroglíficos, con el auxilio de objetos y personajes, utilizando sus simbolismos y sus correspondencias en relación con todos los órganos y en todos los niveles.
Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, sugieren al actor, aprovechar las vibraciones y las cualidades de la voz. Generar sonidos. trata de exaltar, de entorpecer, de encantar, de detener la sensibilidad. Libera el sentido de un nuevo lirismo del gesto que por su precipitación o su amplitud aérea concluye por sobrepasar el lirismo de las palabras.
Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, en la última parte de la conferencia, actuación, se detienen en algunos conceptos vinculados a la voz, Es relevante que el actor logre como objetivo ser un profesional de la voz (hablada y cantada) logre la Eufonía (Eu = equilibrio, fono = voz), dando pautas a trabajar en pos de ese camino,
Federico Herrero nos brinda conceptos básicos en el tema, referentes a la educación de la voz.
Su método de educación vocal: la eufonía, utilización activa de la voz, permite alcanzar el estado ideal de emisión tanto en voces sanas como en aquellas que sufren alguna alteración.
Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, recorren diversos tópicos. por un lado, los concernientes a la patología y su recuperación para la transferencia de conocimientos a la comunidad, acerca de los problemas de la voz adulta, infantil y adolescente.
Federico Herrero, afirma, en nuestro tiempo es clave la educación vocal desde un punto teórico y práctico, todo lo referente al entrenamiento de la voz y el habla en profesionales de la actuación y al hombre en general.
La voz hablada y la voz cantada, Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, en la última parte de la conferencia, establecen profundas diferencias en el entrenamiento para la voz hablada y cantada, si bien ambas se producen a partir de los mismos órganos, cada una tiene sus características particulares.
De ahí que tengamos que educar la voz si queremos ser artistas.
Para conocer estos matices debemos recordar las características o cualidades de un sonido: la altura (depende de las vibraciones de las cuerdas vocales), la duración (depende del tiempo que siguen vibrando las cuerdas vocales), la intensidad (está condicionada por la presión del aire) y el timbre (está ligado a la forma de las cavidades resonadoras).
Es necesaria una perfecta colocación y utilización de los resonadores
De las cavidades de resonancia, la más importante es la cavidad bucal, en la cual es posible regular a voluntad la apertura y posición de la lengua, sobre todo para la formación de las vocales.
La calidad de la voz depende del número de armónicos y mejorará con un buen apoyo respiratorio.
El color de la voz estará dado por tanto por el timbre y su control será fundamental.
Cada persona tiene unas características vocales propias.
