Nicolás Francisco Herrero y Federico Herrero, directores y profesores de teatro, especialistas en ciencias de la actuación, al término de una de sus clases, responden a Pablo, uno de los 12 integrantes de uno de los equipos de estudio de primer año.
La pregunta, de Pablo, es: ¿qué es el teatro extremo?, concepto que los directores Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, utilizan en sus clases.
A continuación contenidos de la respuesta desde mi punto de vista.
Federico Herrero, en la primera parte de la respuesta y el siguiente concepto: si bien lo que ustedes hacen en las clases actuales es como punto de partida el conocimiento en términos activos de las 700 reglas de actuación, teniendo en cuenta que a lo largo del estudio, como ustedes lo vienen viviendo, dos temas son relevantes, que cada estudiante desarrolle sus potencialidades y enriquezca su técnica en función de la ficción, al alcanzar este objetivo, estarán en condiciones de elegir la estética que le interesa profesionalmente, una de las alternativas es lo que nosotros llamamos teatro extremo.
Los directores y profesores de teatro: Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, aclaran que una buena escuela de actuación debe capacitar al actor para el trabajo profesional habitual, es parte de su formación que el día de mañana este preparado para abordar nuevas estéticas.
Todos sabemos que la mayor parte de la vida escapa a nuestros sentidos: y una de las funciones del arte del actor es hacer visibles dichos contenidos.
Si el actor está concentrado y relajado, en su punto justo, receptivo y afinado, lo invisible se apodera de él y, a su través, nos llega a nosotros.
Como en toda época, necesitamos escenificar auténticos rituales, pero se requieren auténticas formas para crear rituales que hagan de la asistencia al teatro algo distinto a nuestras vidas.
Llamo, teatro extremo, pero podría llamarse teatro de lo invisible -hecho-visible: el concepto de que el escenario es un lugar donde puede aparecer lo invisible, los contenidos secretos y profundos.
Federico Herrero, y Nicolás Francisco Herrero, aclaran, el actor debe buscar los secretos de una tradición desvanecida, lo mismo que los críticos y el público, hemos perdido todo el sentido del rito y del ceremonial, ya estén relacionados con las Navidades, el cumpleaños o el funeral, pero las palabras quedan en nosotros y los antiguos impulsos se agitan en el fondo.
Función del teatro extremo es crear nuevos ritos, encontrarlos en nosotros.
Nicolás Francisco Herrero, afirma: a veces el actor intenta hallar nuevos ritos teniendo como única fuente su imaginación: imita la forma externa del ceremonial, pagano o barroco, añadiendo por desgracia sus propios adornos.
El resultado en sus actuaciones raramente es convincente.
Federico Herrero, determina, en el teatro extremo, es necesario, nuevos espacios, espacios que generen voces de un nuevo ceremonial, si bien este ceremonial debería haber pasado adelante y dicta en todos sus significados, la forma del lugar, como ocurrió cuando se construyeron todas las grandes mezquitas, catedrales y templos.
El teatro extremo, se dirige hacia diferentes lenguajes dándole un nuevo valor a la palabra: un fragmento de experiencia y vida.
En el teatro extremo el actor debe generar y actuar sus impulsos interiores, como artistas responsables de la búsqueda y selección entre las formas, de manera que un gesto o un grito fuera como un objeto descubierto e incluso modelado por el actor.
En el teatro extremo, lo extremo debe ser absoluto: un teatro sin límites, actuaciones que creen de manera espontánea y sincera una inacabable sucesión de violenta imágenes escénicas, provocando tan poderosas e inmediatas explosiones de humanidad que a nadie le quedaran deseos de volver de nuevo a un teatro de anécdota y charla.
Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, en otro instante de la charla, determinan que fuentes del teatro extremo es Antoine Artaud, el actor-creador: Antoine Artaud, escribió varios artículos en los cuales describía con imaginación e intuición otro teatro, cuyo núcleo central se expresa mediante las formas que le son más próximas, un teatro que actúa como una epidemia por intoxicación, por infección, por analogía, por magia, un teatro donde obra, la propia representación, se halla en lugar del texto.