En otro instante, Nicolás Francisco Herrero, agrega: en el arte de la actuación está presente la subjetividad del hombre, sus emociones, sus sentimientos, su imaginación; en definitiva sus mundos llamados internos son puestos afuera para los otros seres humanos y para uno mismo de una manera diferente a la lógica y al razona miento.
El arte dramático, la música, la pintura, la literatura, la poesía, el teatro, nos revelan acontecimientos, puntos de vista sobre el mundo y sobre los hombres, como decía Julio Cortazar: el otro lado de las cosas.
Federico Herrero, comenta, no existe una frase tan profunda como la citada, el otro lado de las cosas, mas me apropio de la misma y sumo: el arte de la actuación en sus distintas expresiones, teatro, cine, televisión, es mostrar el otro lado de las cosas.
En todas las artes hay un vehículo para expresar estos misterios; esos vehículos son objetos tangibles, concretos, que pertenecen a los hechos manejados por la voluntad.
Por ejemplo: para crear una obra de arte sobre una tela, el artista necesita un pincel en una mano, una paleta de colores en su otra mano, un gesto desde los colores a la tela y el resultado es un trazo.
Indagando sobre esto en mi experiencia y en la de los demás y con la finalidad de transmitir algo muy concreto, tan concreto como los otros vehículos para que puedan trabajar y entrenarse durante toda su vida, encontré una palabra que define, creo yo como ninguna otra, ese transmisor, ese vehículo que traslada la experiencia, la vida del artista y la convierte en obra que se transforma en la experiencia del espectador.
La acción como vehículo de la realidad imaginaria
La acción es la magia de la actuación, y tiene como finalidad una cantidad de cosas subjetivas.
El escenario es lo real, cuando aparece la ficción es porque el actor reacciona frente a una realidad imaginaria como -si- fuera real.
Federico Herrero, maestro de actuación, A partir de la acción el actor ingresa a la ficción.
Crear mundos imaginarios es la capacidad que debe desarrollar el actor, esas realidades creadas son las del personaje, no las del actor.
Son las circunstancias que rodean al personaje y lo hacen existir frente a los espectadores.
Nicolás Francisco Herrero, comenta: tanto el hombre común como los personajes de teatro son producto de las circunstancias y es el actor el gran responsable de una expresión mágica.
Con mi acción puedo crear un nuevo tiempo.
El actor puede crear un nuevo espacio.
Federico Herrero y Nicolás Francisco Herrero, al término de la charla, afirman, el actor, tiene que crear una realidad emocional distinta y sorpreder en su actuación.